La historia de esta fofucha es especial.

Cuando mi hija era pequeña tenía un amiguito que a la vez era vecino y fueron juntos al cole y además estaban en la misma clase. Por ello nosotras, las mamis, hicimos amistad y cuando yo me mudé a vivir al lugar donde vivo ahora perdimos el contacto. Después de dieciséis años nos hemos vuelto a encontrar y hablando de a lo que nos dedicamos actualmente, le enseñé mis muñecos y ella me encargó una fofu para su otra hija que se acaba de graduar.

Me ha hecho mucha ilusión hacerla porque además cuando se la entregué en mano pude ver al peque que recordaba por el cual han pasado ya dieciséis años y os podéis imaginar el cambio.

Es sencillita pero creo que ha quedado muy coqueta.